Por Jairo Andrés Arroyo Avendaño | @jairoelgamer
La oferta de software de lanzamiento para mi consola era limitada y no me permitía mirar mucho mas allá de lo que ya tenía (cosas de gusto personal).
Para el mes de enero de 2014 me encontraba con una consola de $1.300.000 pesos colombianos, o $650 dólares al cambio, con sólo 3 juegos y miraba mi Xbox 360 con casi 50 juegos entre formato físico y digital, y mi PlayStation 3 con 8 juegos en formato físico tales como: The Last of Us, Diablo 3 y Grand Theft Auto V, y casi 30 joyas digitales (entre ellos Bioshosck infinite y Devil May Cry, gracias a mi suscripción PS Plus) y me pregunté ¿La habré cagado comprando PlayStation 4?
Para fines de enero se lanzaba Tomb Raider Definitive Edition. Y, al ver el trabajo y mimo de las mejoras (mayor resolución, y tasa de refresco de cuadros por segundo, trabajo de texturas, partículas, físicas y sonido) decidí comprarlo y de inmediato corroboré lo acertado de la compra, JUEGAZO en toda la regla y pensé, esto debería suceder con varias joyas.
Ahora bien. ¿Qué es una remasterización? Según nuestros amigos de Wikipedia es, sobre todo, el proceso técnico digital de mejora de la calidad del sonido o imagen de un máster.
En la pasada generación vimos muchas ediciones HD de glorias pasadas pero pocas con tanta dedicación como esta Definitive Edition.
.jpg)
Que las obras de la 8ª generación e IPs nuevas nos inunden ahora, pero mientras esperamos por Bloodborne, Uncharted 4, The Order 1886, Drive Club y todos los multi que se avecinan (comenzando con Destiny en menos de 9 días), seguiré disfrutando de estas remasterizaciones haciéndole guiño al pasado cercano y mirando con optimismo el genial futuro que se viene.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario